Introducción al chi-kung:
Hoy en día se distinguen cinco familias de chi-kung: el chi-kung taoísta, el chi-kung confucionista, el chi-kung budista, los chi-kung marciales y los chi-kung medicinales. Todos los tipos de chi-kung persiguen los mismos objetivos: reforzar, alimentar, limpiar, regular, equilibrar, armonizar, hacer circular la energía. Según la filosofía china o taoísta, las enfermedades son causadas, en general, por un exceso de emoción. Un estado depresivo conlleva indigestiones y úlceras en el estomago, la cólera conduce a un desarreglo del hígado, la tristeza comprime y retrae los pulmones, el miedo perturba los riñones y la vejiga. Por eso, los chinos preconizan el control de sus emociones, dicen que hay que regular la mente para conservar la calma. La inmovilidad permite eliminar los pensamientos que agitan la mente, la meditación es una técnica de control de las emociones. Cuando la mente se ve liberada de pensamiento, el flujo de la energía circula regularmente con fuerza por todo el cuerpo, los obstáculos en los meridianos (canales energéticos del cuerpo) acaban así, desapareciendo. Mediante la observación de la naturaleza y de la adaptación del cuerpo humano a su entorno se han establecido un conjunto de ejercidos que tienen todos ellos un objetivo preventivo y/o curativo extremadamente precisos y definidos. Ante todo, la realización de este tipo ejercicios permitirá el conocimiento de uno mismo. El hombre está en el medio, entre el cielo y la Tierra. En su cuerpo, el cielo se sitúa por encima del diafragma, es decir, la cabeza, la nuca, el pecho y los brazos. La energía del cielo es captada por dos “puertas”, una de ellas se encentra en la parte superior de la cabeza, la otra se encuentra en cada palma de la mano. En el cuerpo del hombre, la energía de la Tierra se sitúa por debajo del diafragma, es decir, la pelvis, las piernas y los pies. La energía de la Tierra brota por todo el cuerpo por un punto que se encuentra en el centro de la planta de los pies (el hueco formado cuando enrollamos los dedos del pie). El Ying y el Yang son los dos aspectos de una misma cosa, indisociables. El día y la noche forman un día completo, la mente y el cuerpo constituyen al hombre. Yang se convierte en Ying y viceversa, se contiene el uno al otro, el invierno contiene la primavera, quien fecunda al verano, quien engendra a su vez al otoño para hacer nacer al invierno. Estas transformaciones se producen gracias al perpetuo movimiento del “chi”, la vida, estos movimiento circulares nos dan la medida del tiempo. En un punto que se encuentra debajo del ombligo se elabora el chi; en otro punto que se encuentra en el centro del esternón se encuentra la energía del corazón, es decir, las emociones; y en un punto situado en el entrecejo se sitúa la conciencia. La fuerza vital o chi es la causante de todos los movimientos del cuerpo. Los meridianos constituyen el conjunto de la red por la que circula la energía de los órganos internos. Los ejercicios de chi-kung buscan la buena circulación de la energía en los meridianos, se trata de reestablecer un reequilibrio energético que permita la libre circulación de la energía por todo el cuerpo. La medicina tradicional china se apoya en la teoría de los cinco órganos vitales que almacenan la energía, el chi. Se diferencia, así, el chi del bazo, del hígado, del corazón, de los pulmones y de los riñones. El chi-kung tiene como objetivo armonizar la energía de estos cinco órganos mayores, practicándolo con la repetición de movimientos lentos y pausados y de una respiración profunda, se mejora el equilibrio del sistema nervioso, del sistema circulatorio y del sistema respiratorio. El hombre es una parcela del universo, su alma y su cuerpo forman un todo inseparable, el hombre vive en la Tierra en un entorno, experimenta las influencias de las estaciones, del día, de la noche, del calor, del frío... No es el mismo por la mañana, al medio día o por la tarde. El chi está en todos los lugares de la naturaleza, bajo la influencia del chi del cielo, del chi de la Tierra y del chi de la Luna, el hombre se ajustaría permanentemente para protegerse de los efectos negativos de la naturaleza. Así nació la práctica del chi-kung, cuyo objetivo a sido y sigue siendo éste. El significado epistemológico de la palabra chi-kung proviene de: “chi o Qi”, considerado como la energía, el soplo de la vida que circula en todas las cosas vivas entre el cielo y la Tierra. “Kung o Gong” es el trabajo, la técnica. La practica del chi-kung o Qi-Gong permite actuar sobre el flujo de la energía en el cuerpo, el exceso o falta de energía pueden así ser reinstaurados en todo nuestro organismo. Una sesión de chi-kung dura alrededor de veinte minutos, la duración mínima es de quince y la máxima es treinta minutos. Para un mejor efecto en la salud, se recomienda practicarlo todos los días, se puede realizar en cualquier sitio donde este protegido del viento, de la lluvia o del sol en su punto más alto, igualmente protegido de cualquier lugar donde se produzcan perturbaciones emocionales. En un lugar tranquilo, orientándose por la mañana hacia el Este, por el día hacia el Sur y por la noche hacia el Norte para captar las energías Yang. Es preferible practicarlo lejos de las comidas y al menos una hora antes de acostarse, puesto que el aporte de energía podría impedir dormir, la ropa a de ser cómoda, amplía y flexible, evitar los tejidos sintéticos, usar zapatos de suela fina y flexible pero a poder ser descalzo en contacto con la Tierra. Después de la sesión es recomendable esperar veinte o treinta minutos antes de beber o de comer. En caso de fatiga, enfermedad o de fiebre no hay que practicar chi-kung, después de un estado de cólera o de una gran agitación también hay que evitarlo.
Los dieciocho movimientos del "tai-chi.chi-kung" unen suavidad y dureza, movimiento y reposo, esta sucesión permite oxigenar bien el cuerpo para una mejor armonía de la circulación de la energía. Ofrece un enfoque global y agradable que permite desarrollar la concentración. Antes de empezar con la práctica es aconsejable la relajación del cuerpo, sacando en la medida de lo posible los pensamientos que perturben la concentración y la relajación. La posición básica para comenzar los ejercicios, es conocida como postura de "enraizamiento", manteniendo las piernas ligeramente flexionadas, con una apertura del ancho de los hombros sintiendo el peso de los pies clavados en el suelo, la pelvis un poco basculada hacia delante, con la espalda recta, los hombros relajados, la bardilla ligeramente inclinada hacia dentro permitiendo así, estirar correctamente la espalda desde la base hasta la cabeza, la lengua apoyada ligeramente en la raíz de los dientes superiores y, finalmente, la mirada se dirige hacia el frente sin fijar ningún punto. Antes de comenzar los ejercicios de chi-kung es importante un periodo de calentamiento para activar el cuerpo, facilitando de esta manera la conexión entre el cielo y la Tierra.
1º ejercicio:
Regula el triple calentador y permite una relajación completa del cuerpo. Actúa favorablemente sobre la hipertensión, el insomnio, reumatismos, la artrosis de las rodillas y muñecas, los dolores y las constracturas de la espalda.
2º ejercicio: Abrir el pecho y el corazón.
Con este ejercicio se regula la respiración, favoreciendo la oxigenación de la sangre, se irrigan los cinco órganos vitales, se estimulan sus funciones, el centro de las emociones se desbloquea. Majora la respiración y asiste al sentimiento de la opresión, tonifica los meridianos del pulmón y del intestino grueso y también el chi de los riñones. Toda la energía del cuerpo se activa.
3º ejercicio: Barrer el arcoiris.
Armoniza la circulación del chi del bazo y del estomago, las enfermedades digestivas se pueden tratar favorablemente.
4º ejercio: Apartar las nubes.
Actúa a nivel de las cervicales, influye en todos los meridianos Yang. Hace circular la energía para estimular el sistema neurovegetativo simpático y parasimpático. Recomendable para el tratamiento de las enfermedades crónicas como la hipertensión arterial y los dolores de cabeza.
5º ejercicio: Mover los brazos hacia atras.
La acción terapéutica se sitúa en las articulaciones de la cadera y de los hombros, en los riñones, contra el asma y contra la bronquitis crónica.
6º ejercicio: Jugar al barco sobre el lago.
Este ejercicio es beneficioso para los riñones, los bronquios, los brazos, el sistema digestivo y la fatiga física.
7º ejercicio: Jugar al balón.
Los efectos beneficiosos de este movimiento conciernen a la neurastemia, al estres, al sueño agitado, calma al shen, al espíritu.
8º ejercicio: Girar el cuerpo y contemplar la Luna.
Favorece la acción terapéutica de la cadera, reforzando los riñones, luchando contra la obesidad y las lumbalgias.
9º ejercicio: Empujar la mano girando la cadera.
Este ejercicio estimula y refuerza los riñones, estimula el bazo y el estómago y tiene una buena influencia en nervio ciático.
10º ejercicio: Agitar las manos como nubes.
El movimiento calma el shen, el sistema nervioso, actúa en las úlceras de estómago y en las digestiones difíciles.
11º ejercicio: Pescar observando el cielo.
La acción terapéutica actúa sobre los pulmones, el estomago y las malas digestiones, he influye en las lumbalgias y las ciáticas favorablemente, asi como en la obesidad.
12º ejercicio: Empujar la ola.
Este movimiento calma el espíritu y actúa sobre los dolores a la altura de los pulmones.
13º ejercicio: La paloma despliega sus alas.
Es beneficioso para el hígado y la salud de los pulmones, en caso de opresión en el pecho y de infisema.
14º ejercicio: Puñetazo hacia delante.
La acción terapéutica es aumentar la fuerza física, la capacidad respiratoria y la fuerza interna, es decir, el corazón.
15º ejercicio: La oca salvaje inicia el vuelo.
Los objetivos de este movimiento son tratar los dolores de cabeza, vértigos y nerviosismo.
16º ejercicio: La gran rueda gira.
La acción terapéutica se manifiesta en la circulación de la energía, en las articulaciones de la cadera, en los hombros, en los riñones. No hay que hacer este ejercicio en caso de hipertensión arterial.
17º ejercicio: Arrancar los árboles.
Este movimiento actúa favorablemente en el nerviosismo, la fatiga y en las articulaciones de los brazos y los puños.
18º ejercicio: Apoyar las manos para apaciguar la energía.
Concluye la serie con el equilibrio global y permite encontrar la calma.
NOTA: Todos estos ejercicios no son necesarios hacerlos todos seguidos, se recomienda aprender el movimiento particular de cada uno de ellos y desarrollar aquel o aquellos ejercicios que sean necesarios. Una vez hechos los ejercicios puedes dejarte llevar por la energía que has movido y dejar que tu cuerpo exprese lo que necesita - ahi está el verdadero trabajo de la energía -.
La oca salvaje eleva los brazos hasta arriba de la cabeza y se empuja levemente, en este vídeo esta aplicación esta incompleta. Sus. Ivan
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